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23 de marzo de 2023 - 10:30h
Fecha de cierre 23 marzo, 10:31
Subasta presencial
777-TALLER DE FRANCISCO SALZILLO Y ALCARAZ (Murcia, 1707- 1783) Décadas centrale
Precio de salida:
18.000 €
Rematado en:
18000 €
TALLER DE FRANCISCO SALZILLO Y ALCARAZ (Murcia, 1707- 1783)
Décadas centrales del S.XVIII
Cristo crucificado en el Árbol de la Vida"
Madera tallada y policromada
Medidas: Cristo, 60 x 52 cm. y cruz 104 x 60 cm.
Los bocetos que se conservan en el Museo Salzillo demuestran cómo funcionaba
y se organizaba este impresionante taller artesanal totalmente jerarquizado.
Salzillo, como representante legal y maestro, se encontraba al frente del mismo al
heredarlo de su padre tras su muerte en 1727 y asumir la dirección. En él también
trabajaban sus hermanos, José Antonio y Patricio Salzillo, y sus discípulos, José
López y Roque López.
A la hora de realizar un encargo, en primer lugar, Salzillo realizaba un boceto o
dibujo de cómo tendría que ser la escultura. En este boceto informativo para los
discípulos, el maestro detallaba con tintas y sombreados como debería ser la
tridimensionalidad y proporciones de la #gura a tallar. Después se modelaba en
arcilla, yeso o cera la imagen según el dibujo. Salzillo, iba dirigiendo así el estilo a
seguir, plasmando en cada obra su personalidad artística. Este método de trabajo
dio como resultado una gran uniformidad en todas las obras que salían del taller.
Sus conceptos de cómo debería ser una imagen escultórica y el color sería una
constante de cada una de las obras, sin dejarse ver en algunos casos la diferencia
entre la obra del taller y las de su propia mano. Este modelo de trabajo salzillesco,
caracterizado por la producción de imágenes en un lenguaje donde la búsqueda
de la belleza era una prioridad, se elevó a un gran número de encargos en la
década de 1740. No obstante, hay que añadir que no todas las ideas plasmadas
en papel por parte del maestro se pasarían después a la realidad. Muchos de
estos dibujos eran ideas o muestrario para el aprendizaje de sus discípulos. Se
quedaban conservados a modo de libro de representaciones y de imágenes para
ser utilizadas en el futuro.
Numerosos son los Cristos Crucificados salidos de su taller y que llevan el sello
o la marca de Salzillo. Tales como: Cristo de la Esperanza del año 1.755, Cristo de
la agonía de 1773-1774, en la Capilla de la V. O. T. de San Francisco en Orihuela,
Cristo de la Agonía de la Catedral de Murcia, Cristo del Hospital de la Caridad de
1765 del Hospital de la Caridad de Cartagena o Cristo de la Expiración del año
1770, en la Iglesia Mayor de Santiago en Jumilla entre otros."
Décadas centrales del S.XVIII
Cristo crucificado en el Árbol de la Vida"
Madera tallada y policromada
Medidas: Cristo, 60 x 52 cm. y cruz 104 x 60 cm.
Los bocetos que se conservan en el Museo Salzillo demuestran cómo funcionaba
y se organizaba este impresionante taller artesanal totalmente jerarquizado.
Salzillo, como representante legal y maestro, se encontraba al frente del mismo al
heredarlo de su padre tras su muerte en 1727 y asumir la dirección. En él también
trabajaban sus hermanos, José Antonio y Patricio Salzillo, y sus discípulos, José
López y Roque López.
A la hora de realizar un encargo, en primer lugar, Salzillo realizaba un boceto o
dibujo de cómo tendría que ser la escultura. En este boceto informativo para los
discípulos, el maestro detallaba con tintas y sombreados como debería ser la
tridimensionalidad y proporciones de la #gura a tallar. Después se modelaba en
arcilla, yeso o cera la imagen según el dibujo. Salzillo, iba dirigiendo así el estilo a
seguir, plasmando en cada obra su personalidad artística. Este método de trabajo
dio como resultado una gran uniformidad en todas las obras que salían del taller.
Sus conceptos de cómo debería ser una imagen escultórica y el color sería una
constante de cada una de las obras, sin dejarse ver en algunos casos la diferencia
entre la obra del taller y las de su propia mano. Este modelo de trabajo salzillesco,
caracterizado por la producción de imágenes en un lenguaje donde la búsqueda
de la belleza era una prioridad, se elevó a un gran número de encargos en la
década de 1740. No obstante, hay que añadir que no todas las ideas plasmadas
en papel por parte del maestro se pasarían después a la realidad. Muchos de
estos dibujos eran ideas o muestrario para el aprendizaje de sus discípulos. Se
quedaban conservados a modo de libro de representaciones y de imágenes para
ser utilizadas en el futuro.
Numerosos son los Cristos Crucificados salidos de su taller y que llevan el sello
o la marca de Salzillo. Tales como: Cristo de la Esperanza del año 1.755, Cristo de
la agonía de 1773-1774, en la Capilla de la V. O. T. de San Francisco en Orihuela,
Cristo de la Agonía de la Catedral de Murcia, Cristo del Hospital de la Caridad de
1765 del Hospital de la Caridad de Cartagena o Cristo de la Expiración del año
1770, en la Iglesia Mayor de Santiago en Jumilla entre otros."
TALLER DE FRANCISCO SALZILLO Y ALCARAZ (Murcia, 1707- 1783)
Décadas centrales del S.XVIII
Cristo crucificado en el Árbol de la Vida"
Madera tallada y policromada
Medidas: Cristo, 60 x 52 cm. y cruz 104 x 60 cm.
Los bocetos que se conservan en el Museo Salzillo demuestran cómo funcionaba
y se organizaba este impresionante taller artesanal totalmente jerarquizado.
Salzillo, como representante legal y maestro, se encontraba al frente del mismo al
heredarlo de su padre tras su muerte en 1727 y asumir la dirección. En él también
trabajaban sus hermanos, José Antonio y Patricio Salzillo, y sus discípulos, José
López y Roque López.
A la hora de realizar un encargo, en primer lugar, Salzillo realizaba un boceto o
dibujo de cómo tendría que ser la escultura. En este boceto informativo para los
discípulos, el maestro detallaba con tintas y sombreados como debería ser la
tridimensionalidad y proporciones de la #gura a tallar. Después se modelaba en
arcilla, yeso o cera la imagen según el dibujo. Salzillo, iba dirigiendo así el estilo a
seguir, plasmando en cada obra su personalidad artística. Este método de trabajo
dio como resultado una gran uniformidad en todas las obras que salían del taller.
Sus conceptos de cómo debería ser una imagen escultórica y el color sería una
constante de cada una de las obras, sin dejarse ver en algunos casos la diferencia
entre la obra del taller y las de su propia mano. Este modelo de trabajo salzillesco,
caracterizado por la producción de imágenes en un lenguaje donde la búsqueda
de la belleza era una prioridad, se elevó a un gran número de encargos en la
década de 1740. No obstante, hay que añadir que no todas las ideas plasmadas
en papel por parte del maestro se pasarían después a la realidad. Muchos de
estos dibujos eran ideas o muestrario para el aprendizaje de sus discípulos. Se
quedaban conservados a modo de libro de representaciones y de imágenes para
ser utilizadas en el futuro.
Numerosos son los Cristos Crucificados salidos de su taller y que llevan el sello
o la marca de Salzillo. Tales como: Cristo de la Esperanza del año 1.755, Cristo de
la agonía de 1773-1774, en la Capilla de la V. O. T. de San Francisco en Orihuela,
Cristo de la Agonía de la Catedral de Murcia, Cristo del Hospital de la Caridad de
1765 del Hospital de la Caridad de Cartagena o Cristo de la Expiración del año
1770, en la Iglesia Mayor de Santiago en Jumilla entre otros."
Décadas centrales del S.XVIII
Cristo crucificado en el Árbol de la Vida"
Madera tallada y policromada
Medidas: Cristo, 60 x 52 cm. y cruz 104 x 60 cm.
Los bocetos que se conservan en el Museo Salzillo demuestran cómo funcionaba
y se organizaba este impresionante taller artesanal totalmente jerarquizado.
Salzillo, como representante legal y maestro, se encontraba al frente del mismo al
heredarlo de su padre tras su muerte en 1727 y asumir la dirección. En él también
trabajaban sus hermanos, José Antonio y Patricio Salzillo, y sus discípulos, José
López y Roque López.
A la hora de realizar un encargo, en primer lugar, Salzillo realizaba un boceto o
dibujo de cómo tendría que ser la escultura. En este boceto informativo para los
discípulos, el maestro detallaba con tintas y sombreados como debería ser la
tridimensionalidad y proporciones de la #gura a tallar. Después se modelaba en
arcilla, yeso o cera la imagen según el dibujo. Salzillo, iba dirigiendo así el estilo a
seguir, plasmando en cada obra su personalidad artística. Este método de trabajo
dio como resultado una gran uniformidad en todas las obras que salían del taller.
Sus conceptos de cómo debería ser una imagen escultórica y el color sería una
constante de cada una de las obras, sin dejarse ver en algunos casos la diferencia
entre la obra del taller y las de su propia mano. Este modelo de trabajo salzillesco,
caracterizado por la producción de imágenes en un lenguaje donde la búsqueda
de la belleza era una prioridad, se elevó a un gran número de encargos en la
década de 1740. No obstante, hay que añadir que no todas las ideas plasmadas
en papel por parte del maestro se pasarían después a la realidad. Muchos de
estos dibujos eran ideas o muestrario para el aprendizaje de sus discípulos. Se
quedaban conservados a modo de libro de representaciones y de imágenes para
ser utilizadas en el futuro.
Numerosos son los Cristos Crucificados salidos de su taller y que llevan el sello
o la marca de Salzillo. Tales como: Cristo de la Esperanza del año 1.755, Cristo de
la agonía de 1773-1774, en la Capilla de la V. O. T. de San Francisco en Orihuela,
Cristo de la Agonía de la Catedral de Murcia, Cristo del Hospital de la Caridad de
1765 del Hospital de la Caridad de Cartagena o Cristo de la Expiración del año
1770, en la Iglesia Mayor de Santiago en Jumilla entre otros."
| Rematado en | 18.000,00 € |
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Condiciones de venta
Puede consultar los términos y condiciones para participar en cualquiera de nuestras subastas. (enlace) Si tiene cualquier duda póngase en contacto con el departamento de administración