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189-ATRIBUIDO A PEDRO ATANASIO BOCANEGRA
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SKU
old-41800189
9.000 €
Fecha de subasta:
22 de diciembre de 2016, 0:00:00
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ATRIBUIDO A PEDRO ATANASIO BOCANEGRA
(Granada, 1638-1689)
Virgen del Rosario
Óleo sobre lienzo
Medidas: 130 x 89,5 cm.
Salida: 9.000,00 Euros. (1.497.474 Ptas.)
Este discípulo de Alonso Cano se convirtió en el artista más activo de su ciudad natal a mediados del S. XVII; realizó una serie de lienzos para el claustro del Convento de Nuestra Señora de Gracia (hoy perdidos) y el encargo de decorar la cartuja de Granada con escenas de gran tamaño de la vida de la Virgen. A partir de ahí se especializó en temas marianos y recibió numerosos encargos de conventos y particulares de la Virgen en las distintas advocaciones como esta Virgen del Rosario que aquí presentamos.
En la mayor parte de la producción de Bocanegra, el punto de referencia fundmental es la obra de Alonso Cano, en este caso este hecho se hace evidente al comparar nuestra Virgen del Rosario con la Virgen de Belén pintada por Cano hacia 1660-1667 para la Curia Eclesiástica de Granada (fig. 1). Observamos como el paralelismo es evidente: en ambos María es representada como trono de Dios; la perspectiva es baja lo que da mayor sensación de monumentalidad; los ragos físicos son muy similares, así como la disposición de los personajes que cambia sólo en los gestos de las manos ya que en el que nos ocupa el Niño sostiene un rosario que entrega a su Madre. Bocanegra demuestra aquí que bebe de la fuente de Cano si bien introduciendo su propia personalidad con detalles como el coro de querubines a los pies de María que hacen la composición más abigarrada, una mayor delicadeza y ternura en la relación entre Madre e Hijo y su ya célebre debilidad en el dibujo, que ya mencionó Palomino, pero que se ve compensada por un alegre y desbordante colorido.
(Granada, 1638-1689)
Virgen del Rosario
Óleo sobre lienzo
Medidas: 130 x 89,5 cm.
Salida: 9.000,00 Euros. (1.497.474 Ptas.)
Este discípulo de Alonso Cano se convirtió en el artista más activo de su ciudad natal a mediados del S. XVII; realizó una serie de lienzos para el claustro del Convento de Nuestra Señora de Gracia (hoy perdidos) y el encargo de decorar la cartuja de Granada con escenas de gran tamaño de la vida de la Virgen. A partir de ahí se especializó en temas marianos y recibió numerosos encargos de conventos y particulares de la Virgen en las distintas advocaciones como esta Virgen del Rosario que aquí presentamos.
En la mayor parte de la producción de Bocanegra, el punto de referencia fundmental es la obra de Alonso Cano, en este caso este hecho se hace evidente al comparar nuestra Virgen del Rosario con la Virgen de Belén pintada por Cano hacia 1660-1667 para la Curia Eclesiástica de Granada (fig. 1). Observamos como el paralelismo es evidente: en ambos María es representada como trono de Dios; la perspectiva es baja lo que da mayor sensación de monumentalidad; los ragos físicos son muy similares, así como la disposición de los personajes que cambia sólo en los gestos de las manos ya que en el que nos ocupa el Niño sostiene un rosario que entrega a su Madre. Bocanegra demuestra aquí que bebe de la fuente de Cano si bien introduciendo su propia personalidad con detalles como el coro de querubines a los pies de María que hacen la composición más abigarrada, una mayor delicadeza y ternura en la relación entre Madre e Hijo y su ya célebre debilidad en el dibujo, que ya mencionó Palomino, pero que se ve compensada por un alegre y desbordante colorido.
ATRIBUIDO A PEDRO ATANASIO BOCANEGRA
(Granada, 1638-1689)
Virgen del Rosario
Óleo sobre lienzo
Medidas: 130 x 89,5 cm.
Salida: 9.000,00 Euros. (1.497.474 Ptas.)
Este discípulo de Alonso Cano se convirtió en el artista más activo de su ciudad natal a mediados del S. XVII; realizó una serie de lienzos para el claustro del Convento de Nuestra Señora de Gracia (hoy perdidos) y el encargo de decorar la cartuja de Granada con escenas de gran tamaño de la vida de la Virgen. A partir de ahí se especializó en temas marianos y recibió numerosos encargos de conventos y particulares de la Virgen en las distintas advocaciones como esta Virgen del Rosario que aquí presentamos.
En la mayor parte de la producción de Bocanegra, el punto de referencia fundmental es la obra de Alonso Cano, en este caso este hecho se hace evidente al comparar nuestra Virgen del Rosario con la Virgen de Belén pintada por Cano hacia 1660-1667 para la Curia Eclesiástica de Granada (fig. 1). Observamos como el paralelismo es evidente: en ambos María es representada como trono de Dios; la perspectiva es baja lo que da mayor sensación de monumentalidad; los ragos físicos son muy similares, así como la disposición de los personajes que cambia sólo en los gestos de las manos ya que en el que nos ocupa el Niño sostiene un rosario que entrega a su Madre. Bocanegra demuestra aquí que bebe de la fuente de Cano si bien introduciendo su propia personalidad con detalles como el coro de querubines a los pies de María que hacen la composición más abigarrada, una mayor delicadeza y ternura en la relación entre Madre e Hijo y su ya célebre debilidad en el dibujo, que ya mencionó Palomino, pero que se ve compensada por un alegre y desbordante colorido.
(Granada, 1638-1689)
Virgen del Rosario
Óleo sobre lienzo
Medidas: 130 x 89,5 cm.
Salida: 9.000,00 Euros. (1.497.474 Ptas.)
Este discípulo de Alonso Cano se convirtió en el artista más activo de su ciudad natal a mediados del S. XVII; realizó una serie de lienzos para el claustro del Convento de Nuestra Señora de Gracia (hoy perdidos) y el encargo de decorar la cartuja de Granada con escenas de gran tamaño de la vida de la Virgen. A partir de ahí se especializó en temas marianos y recibió numerosos encargos de conventos y particulares de la Virgen en las distintas advocaciones como esta Virgen del Rosario que aquí presentamos.
En la mayor parte de la producción de Bocanegra, el punto de referencia fundmental es la obra de Alonso Cano, en este caso este hecho se hace evidente al comparar nuestra Virgen del Rosario con la Virgen de Belén pintada por Cano hacia 1660-1667 para la Curia Eclesiástica de Granada (fig. 1). Observamos como el paralelismo es evidente: en ambos María es representada como trono de Dios; la perspectiva es baja lo que da mayor sensación de monumentalidad; los ragos físicos son muy similares, así como la disposición de los personajes que cambia sólo en los gestos de las manos ya que en el que nos ocupa el Niño sostiene un rosario que entrega a su Madre. Bocanegra demuestra aquí que bebe de la fuente de Cano si bien introduciendo su propia personalidad con detalles como el coro de querubines a los pies de María que hacen la composición más abigarrada, una mayor delicadeza y ternura en la relación entre Madre e Hijo y su ya célebre debilidad en el dibujo, que ya mencionó Palomino, pero que se ve compensada por un alegre y desbordante colorido.
Fecha subasta | 2016-12-22 00:00:00 |
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